lunes, 7 de diciembre de 2009

Y hasta aquí hemos llegado

Parece que fue ayer cuando decidimos abrir un blog para poner todo lo relacionado con la boda. Nuestra idea era la de poder informar a los invitados con todo lo relacionado con la boda y creemos que aparte de sólo informar, hemos conseguido que la gente se divirtiese. Queríamos que nuestra boda fuese una fiesta más que una ceremonia, etc... y puede que suene un poco exagerado, pero creemos que la fiesta de nuestra boda empezó con este blog. Esperamos que vosotros penseis lo mismo.

Pero ha llegado el momento de dejar de escribir nuevas entradas. Ya ha pasado la boda y hemos puesto la crónica del viaje, por tanto no nos queda nada más que contar. Obviamente cerrar el blog no significa que vaya a desaparecer, pero no habrá nuevo material.

Quién sabe, puede que nos volvamos a encontrar en futuros blogs como vidadealbertoyrakelentrintxerpe o divorcioexpressdealbertoyrakelcadaunoencasadesumadre.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Viaje de Vuelta 14-10-2009

-Madrugón
Y bueno, tristemente llegó el peor día de todos: la vuelta. Empezamos la odisea a las 7:30 de la mañana.

-Camino al JFK
Desayunamos en el buffet del barco y después de desembarcar y recoger las maletas en la terminal portuaria nos dirigimos al JFK a las 11:30. De camino en el bus nos quedamos alucinados con el cementerio de Queens (Calvary Cemetery). Es enooooooorme. (Alberto: preguntádselo al señor Google, porque no tenemos foto de él).
El vuelo hacía París salía a las 16:00 de la tarde, pero nos dijeron que había que pasar tantos controles en el aeropuerto que nos llevaron con tiempo. Mentira. Pasamos los normales que se pueden pasar aquí. Lo único diferente es que al facturar, te ponen la etiqueta en la maleta, y tú tienes que llevarla a una zona de seguridad donde la dejas, la pasan por rayos X y ya la meten para adentro.
Nos compramos algo de comer a las 14:00 y llegó la hora del vuelo. En este sí que nos sentamos juntos, y menos mal. A las 17:00 nos trajeron la comida, que ya no sabíamos si era comida por la hora americana, o si era la cena por la hora europea (las 23). Estábamos totalmente descuadrados.

-Journey Through the Dark (Blind Guardian forever!!)
Después de 7 horas de vuelo, llegamos a París a las 6 de la mañana (hora local).
El vuelo a Madrid lo teníamos a las 9. Desayunamos a las 7 que para nosotros no era desayuno sino cena prácticamente (o algo). En el aeropuerto de París pasamos más frío que en el resto del viaje: 2ºC. Para pasar el rato, compramos una hora de conexión a Internet que utilizamos para informar que estábamos bien y mirar correo y demás.
Llegamos a Madrid. En el control de seguridad a Alberto se le cayó el DNI y ya lo dábamos por perdido hasta que una policía lo encontró en el suelo. No sabemos ni cómo se cayó desde la bandeja de depositar las cosas y no estábamos para averiguarlo tampoco.
(Alberto: éramos despojos humanos)
Aquí llegó lo peor. Es cuando más cerca estábamos de casa y cuando más lejos nos lo parecía, ya que llegamos a Madrid a las 11:30 de la mañana y hasta las 18:00 de la tarde no teníamos el vuelo de vuelta a Palma. Fuimos al mostrador de Air-Europa
(Alberto: Spanair)
para intentar cambiar el vuelo por alguno anterior, pero justo habían cerrado el único vuelo anterior del día. Yo conseguí dormir algo (encima estaba incubando un resfriado) en el aeropuerto mientras esperábamos y siestecilla después de comer. (Alberto: yo mientras jugaba a la DS)
Y por fin llegó la hora del vuelo y volvimos a casa. Entre una cosa y otra, hasta las 23 no nos acostamos, por lo que fue un día de 34 horas. (Alberto: mi día fue más largo, me pido; yo sólo dormí unas cabezadas en el vuelo de noche)

Dato destacable: En el aeropuerto de Madrid vimos a unos cuantos de Gran Hermano 11 y en el avión Madrid-Palma vino Norma Duval. (Alberto: Saaalvame…)

viernes, 4 de diciembre de 2009

New York 13-10-2009


-Excursión
Y por fin llegada a uno de los puntos más esperados que deseábamos conocer: New York, New York.
La excursión la teníamos a las 8:30, nos esperaba una ruta que recorrería la isla de Manhattan de 8 horas.
Primero hicimos una parada en Central Park. Entramos al parque por la zona del edificio Dakota, donde fue asesinado John Lenon. Hay un mosaico de “Imagine” en esa entrada, llamada “Strawberry Field”. Sí, es como la canción de los Beatles, pero no se llama así por la canción, sino que la canción se llama así por el sitio, que fue un orfanato. Llegamos hasta la plaza con la fuente que sale en muchas películas. Y estaba todo lleno de ardillas, qué graciosas eran.


De ahí, al Empire State. Es algo increíble, una manera única de ver toda la cuidad ¡incluso nos encontramos con King Kong!


Subimos hasta el piso 80 en ascensor, y a partir de ahí, hasta el 86 que es donde está la primera terraza había dos formas de subir, o por las escaleras, o esperar una cola de 20 minutos para coger otro ascensor, y como no nos apetecía esperar… También se podía subir hasta el 102 (arriba del todo) pero para eso había que pagar. Después teníamos unos minutos libres, así que aprovechamos para bajar y dar una vuelta por la manzana (y comprar Dunkin Donuts).

De vuelta en el bus pasamos por la zona de los museos, justo por el museo donde se rodaron las películas “Noche en el museo” (foto “pa130100.jpg”).
También con el bus fuimos hasta Harlem, un barrio con una fama desmerecida y con un ambiente muy normal. Ha cambiado tanto que hasta el ex presidente Clinton tiene la oficina en el barrio. Pasamos por el grandísimo Teatro Apollo que tantas grandes figuras de la música ha acogido.
Comimos en el Seaport (zona comercial del puerto, estilo Maremagnum de Barcelona), nuevamente una hamburguesa, con el puente de Brooklyn de fondo.
Después de comer fuimos andando (pero con guía) a visitar Wall Street. Increíble la cantidad de seguridad que había allí. Y una bandera de EEUU tamaño XXL en la entrada de la bolsa.
Seguido fuimos hasta la Zona Cero. Cuesta creer que en aquel minúsculo espacio han estado dos torres de semejantes dimensiones. La guía nos contó que junto a las torres había (y hay) una iglesia (foto “pa130256.jpg”) que el día de los atentados, así como todos los edificios colindantes sufrieron cuantiosos daños (mucha gente murió en esos otros edificios, no solamente en las torres), pues esta iglesia no tuvo ni un vidrio roto. Para nuestra guía, que era creyente, eso fue un milagro. Ella, como la gran mayoría de los neoyorkinos, perdió a muchos amigos en el 11-S.
De vuelta al puerto, ya anocheciendo, pasamos por Broadway, Times Square, 5ª Avenida, etc…

-Vuelta al barco y bajar por nuestra cuenta
La excursión duró hasta las 18:00, y como esa noche el barco se quedaba en la ciudad, pues no teníamos horario de llegada, cómo si queríamos aparecer al día siguiente, así que a las 19:00 nos bajamos de nuevo por nuestra cuenta.


-Pateada
Nos pegamos una pateada increíble (unos 45 minutos), desde la avenida 12 (donde estaba el barco) con la 50, hasta el Apple store que estaba en la 5ª avenida entre la calle 58 y 59.
Para que os hagáis una idea, en New York es imposible perderse, porque es una cuadrícula: las calles van desde el 1 hasta el 100 y pico (no recuerdo bien)
(Alberto: la respuesta exacta es 220)
de Sur a Norte de la cuidad y luego las Avenidas van desde la 1ª hasta la 12ª de Este a Oeste. Entonces si tú estas en la 3ª avda. y tienes que ir a la 7ª, pues echa a andar que en todo momento sabrás en cual estás. Una gozada vaya.
Desde luego que la pateada no se nos hizo larga porque no dejábamos de mirar a todos lados viendo cosas, incluso pasamos por delante de la casa de subastas Christie’s.
Cuando llegamos al Apple Store, que está frente al famoso y lujoso hotel Plaza (foto “pa140282.jpg”). Entramos y para ser sinceros nos llevamos una pequeña decepción, porque nos lo imaginábamos como un centro comercial con muchos pisos, y solamente tenía un piso. Lo diferente es que puedes utilizar todo lo que se expone. Como ejemplo, escribimos algo en el blog desde un portátil que estaba allí.
Al salir seguimos hasta Times Square. De camino nos encontramos (literalmente) con el Rockefeller Center. Y digo que nos lo encontramos porque ya ni me acordaba que estaba allí, y con las ganas que siempre he tenido que verlo. Estuvimos por ahí dando una vuelta y viendo la pista de patinaje, que tuvimos una suerte tremenda porque justo la abrieron cuando estábamos allí (no, no patinamos).
Pasamos por la puerta de los estudios de la NBC y el Radio City Music Hall.
Y por fin llegamos a Times Square. En una palabra: indescriptible (Alberto: en dos, index cristible). No sabes ni para donde mirar con todas esas luces, esas pantallas, esa gente,… vamos, que estábamos como los conejos que se quedan paralizados en la carretera cuando ven los faros de un coche.


Hacía frío y teníamos hambre, así que hicimos caso a la recomendación de Igor y Jaime y fuimos a cenar al Bubba Gump. Tuvimos que preguntarle a un policía a ver dónde estaba porque no conseguíamos encontrarlo, pero bueno (Alberto: era fácil encontrarlo, pero con lo flipaus que estábamos… pero cuando le preguntamos al policía ya no tenía pérdida –palabras textuales-). Es un restaurante muy curioso y divertido.
Si hay algún mito que es real sobre los americanos es lo de la comida. ¡Jesús qué cantidades de comida! A mi me fue imposible acabármelo, inocente de mi que antes de pedir la comida estuve mirando el postre y todo…
Alberto: yo hasta las Navidades del año que viene no quiero ver las gambas a la gabardina.
Tuvimos suerte, porque la camarera que nos tocó hablaba español y fue mucho más fácil enterarnos de qué es lo que tenían en la carta.


Después de cenar yo estaba cansadísima y seguía helada de frío así que tomamos camino de vuelta al barco, también pateada.

-Last night
Al llegar, menos mal que el día anterior habíamos dejado hechas las maletas, porque no creo que hubiésemos tenido fuerzas de ponernos a hacerlas en ese momento.
Así que las dejamos fuera del camarote con las pegatinas para el día siguiente y a dormir. (Alberto: explicación breve de las pegatinas: nos dan unas pegatinas de colores para ir desembarcando en orden y recogen las maletas y nos las llevan fuera)


Datos destacables:
-En NY, debido a los problemas de espacio, los parkings no son cómo los conocemos aquí, sino que son unos coches encima de otros gracias a una especie de andamios.
-La foto “pa130228.jpg”, no es un bingo no, es un reloj que tienen ahí en una fachada.
-Los coches. De día unos coches enormes, y de noche lleno lleno de limusinas, increíble. Y taxis, muchos taxis.
-Durante la excursión la guía nos habló sobre la seguridad que había en NY. Es muy alta, incluso muchos policías que van de paisano haciéndose pasar por taxistas, es decir, los coches patrullas los camuflan como un verdadero taxi y tú te puedes montar en uno y el taxista ser un policía secreto. La anécdota es que justo cuando estábamos buscando el Bubba Gump, a lo lejos parados en doble fila había un par de taxis, y le vi unas luces raras blancas intermitentes en la parte de atrás, y se lo comenté a Alberto que qué taxi más raro (Alberto: yo pensaba que era un tunning). Cuando nos acercamos pudimos ver que efectivamente los taxis secretos existían y ese era uno de ellos, justo estaban deteniendo a dos hermanos.

-Algo que también es muy real de NY es que de verdad es “la ciudad que nunca duerme”. A las 22:30 de la noche y las tiendas abiertas.
-El resumen que saqué de la visita a esta ciudad es que es otro mundo, no hay nada igual. Después de conocer New York, veo con otros ojos todas las canciones que han sido dedicadas a esta maravillosa ciudad. Y sí, pensamos volver. (Alberto: mi conclusión es que hay que volver)

Descarga las fotos de New York

jueves, 3 de diciembre de 2009

Newport 12-10-2009


-If I was a rich man, nanananana…
Ese día llegamos muy tarde a puerto, a las 11:30. Llegábamos al pueblo de los ricos y famosos.
Comimos bien pronto (para los guiris horario normal) en el barco, porque la excursión era a la hora de comer.

-Mansiones
La excursión del día consistía en una ruta por las mansiones del pueblo (poco más se podía hacer por allí). Jamás hemos visto tanto lujo y derroche junto. Pasamos por una que se veía a lo lejos sobre una colina y nos contó la guía que esa mansión la había construido el dueño ¡para su médico personal!
Visitamos una de las mansiones por dentro, estaba prohibido hacer fotos y videos, pero no pensaba quedarme sin fotos de ese lugar, así que si apreciáis que los encuadres no son buenos que sepáis que es por eso.
Alberto: la paparazzi-ninja ataca de nuevo!!


En esta foto se ve el piano que hay en el salón de baile... bañado en oro.


-Mira que somos raros…
La excursión no duró mucho, así que volvimos prontito al puerto.
Y como siempre, como nos sobraba tiempo pues nos quedamos paseando por el pueblo. Nos compramos un café en el Starbucks, y nos recorrimos la calles de Newport, viendo cosas como un Ferrari y un Porsche aparcados juntos como si de dos Seat Panda se tratasen.


También entramos en una tienda enorme de chuches donde había un montón de ellas sin azúcar.
Alberto: oeoeoeoe!!
Y como nosotros somos muy guays y vamos en contra de lo que rige la sociedad, ¿a dónde nos fuimos mientras la gente se iba de compras? Pues en busca del cementerio.
En cada escala hice foto del cementerio del pueblo, y Newport no iba a ser menos, y ya que teníamos tiempo…
Destacar el momento surrealista que de camino al cementerio Alberto se paró en una esquina a acabarse el café y al fijarme en el cartel del nombre de la calle, se encontraba en Elm Street.
El cementerio era una pasada, precioso. Visitamos el antiguo, que son los que molan, y había tumbas ¡de hasta 1.700! Y lo más flipante es que eran ¡de madera! Estaban más deterioradas que las de piedra o mármol, pero ahí seguían aguantando en pie.


Datos destacables:
-La foto “pa120365.jpg” son echas en la mansión, y son tumbas si, una de ellas de un tal Hércules, así que os hacéis una idea de para quien son esas lápidas de mármol blanco ¿no? ¡Para los perros!.
-La “pa120382.jpg” es una pena que se vea tan mal, estaba muy lejos y nuestra cámara no es gran cosa que digamos, pero se puede apreciar una pagoda japonesa (pertenecía a la mansión de al lado). Pues luego mirando en el folleto de la ruta de las mansiones resulta que era la casa de te de los señores.
-Entre el resto de fotos también hay algunas de la vida en el barco: foto con nuestros camareros de las cenas (filipinos), un típico cocktail y el café que sirven en el Café Florian (explicado en una entrada anterior).

Descarga las fotos de Newport

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Bar Harbor 11-10-2009


-Mega-patera de alto standing
Os preguntaréis que si estábamos en Boston por qué subimos para arriba, en vez de hacer primero Bar Harbor y luego bajar a Boston (nosotros también nos lo preguntábamos) hasta que nos enteramos que en Bar Harbor al ser uno de los puertos pequeños no había posibilidad de hacer el tema del control de inmigración. No tiene más secreto. Tenían que ficharnos, por negros.
Ese día teníamos la excursión a mediodía, así que teníamos toda la mañana para ver el pueblo por nuestra cuenta.
Bajamos a eso de las 9:00 en lanchas a ver cosas por nuestra cuenta.

-A falta de ballenas, buenas son focas
Justo en el puerto, en la tienda de souvenirs también era donde vendían excursiones. Había bastantes, pero nosotros fuimos desde aquí con la idea de ir a ver las ballenas (es lo que tiene que a una le encanten los animales), pero no tuvimos suerte porque la excursión para ver las ballenas era a las 12:30 y duraba 3 horas, no nos daba tiempo de terminar antes de la hora de nuestra otra excursión contratada en el barco. Así que compramos una excursión para ver focas y la pesca de la langosta. Muy divertido, aunque pasé mucho frío cuando no nos daba el sol en el barco.


-Museo de las ballenas
Al volver a tierra nos pasamos por el museo de las ballenas. No costaba nada la entrada, sólo la voluntad para el mantenimiento y el estudio del museo. Allí mencionaban a los vascos como los primeros europeos en cazar ballenas y los exterminadores de la especie en el cantábrico (Alberto: yo no he sido… han sido los de Bilbado. A quién si no se le iba a ocurrir ir a cazar un bicho de 10 toneladas con una trainera. Fijo que todo empezó con: “Oye Patxi, mira ese bicho en el agua. Aiba la ostia, pues. A que no hay huevos…”).

Curioso: de camino al museo nos encontramos con un restaurante que aceptaba la entrada de perros (foto "pa110009.jpg").
Después nos dimos un pequeño paseo por el pueblo, con momento compras.


-Comida
Fuimos en busca del restaurante a la hora de la comida. Resulta que al bajar del barco (el de las focas) le preguntamos a la guía que donde podíamos comer una buena hamburguesa americana, que estábamos cansados de tanto pescado que llevábamos días comiendo, así que nos dijo uno y allí que fuimos.
A decir verdad yo estaba un poco nerviosa, porque tardaban mucho en sacarnos la comida y se acercaba la hora de la segunda excursión, y como soy una agonías pues pensaba que no nos iba a dar tiempo.
Alberto: que paciencia tengo que tener…
Pero Dios mío ¡qué hamburguesa! Valió la pena. Carne hecha a la parrilla en un pan que podría ser de maíz (era amarillo), con patatas,…


-Excursión oficial
A las 13:45 teníamos la segunda ruta, esta vez era al Parque Natural de Acadia. Durante el recorrido en el bus pasamos por un lago donde estaba lleno de casas de castores. Nos llevaron hasta lo alto de la montaña, donde pudimos observar unas maravillosas vistas. Dicen que este Parque Natural es uno de los más visitados de América.


-Espectáculo
Volvimos al barco y esa noche volvió a ser cena de gala. El espectáculo de esa noche nos hacía muchas ganas ya que era una cantante de Soul, estuvo bien, ella era muy buena.

Dato destacable: En las fotos “pa110160.jpg” y “pa110165.jpg” se pueden apreciar los efectos del huracán Bill que pasó por allí en Agosto de este año.

Dato curioso en general: Parece mentira, pero aunque estuvimos en el supuesto reino de la Coca-Cola, en todos los sitios nos sirvieron Pepsi. Sólo tomamos Coca-Cola en el barco, y era de Dinamarca!!

Descarga las fotos de Bar Harbor

martes, 1 de diciembre de 2009

Boston 10-10-2009


-Wellcome to USA
El día empezó movidito pues teníamos que pasar el control de inmigración (Alberto: claro, como soy negro…).
El asunto se planificó de la siguiente forma:
Cada cubierta (“piso” en términos marinos) tenía que estar a una hora establecida en un lugar establecido. Ejemplo de vuestro amigo Coco: “La cubierta 5 tiene que estar a las 8:00 en el salón Corallo en la cubierta 3”.
Bien, nosotros teníamos hora a las 8:30 y cuando bajamos y salimos del ascensor no nos podíamos creer lo que estábamos viendo: el salón Corallo estaba el principio el barco, en el morro, y la cola llegaba ¡¡¡hasta el final del barco!!!

No nos quedó más remedio que ponernos a la cola, y hablando con la gente y oyendo a otros hablar, en esa cola había todavía gente que tenía hora a las 7:30.

Menudo caos había armado, y lo peor es que no había ningún responsable que nos dijese qué estaba pasando y cual era la situación.
Tanta organización y tanto pedir que se respetasen las horas para luego al final fuese la casa de Tócame Roque.
Finalmente, más de hora y media de cola recorriendo el barco como si estuviésemos en una procesión de Semana Santa.
A eso hay que añadirle la presión de que la hora de salida de la excursión se acercaba.
Por fin llegamos a la meta, el salón Corallo, y allí estaban todos los policías de inmigración cogiendo pasaportes y tarjetas que ya teníamos rellenadas de la noche anterior.
A nosotros nos tocó una tía más borde que todas las cosas, aunque por lo menos tuvimos suerte de que no nos preguntó absolutamente nada. A otras personas les hacían todo tipo de preguntas: que si es la primera vez que vienes, que si tienes familia viviendo aquí, que si quieres matar al señor Obama… (esto último es broma… o no)

-Excursión con una hora de retraso
Cuando logramos salir y fuimos a todo correr hacia el puerto y al autobús, íbamos algo tranquilos porque sabíamos que en la cola, detrás de nosotros, había más gente que venía en nuestra excursión, así que sabíamos que no éramos los últimos. El dilema sería si esperábamos al resto o nos íbamos.
En definitiva, que esperamos y salimos con una hora de retraso, aunque nos dijeron que volveríamos una hora más tarde también.

-Boston Norte
Primera visita Boston Norte. Nos llevaron a una iglesucha, la más antigua de allí, desde donde por lo visto se dio la señal de que llegaban los ingleses en la guerra de la Independencia.
La iglesia lo único que tenía era un reloj de cuando Cristo era monaguillo y una lámpara traída de no sé donde. Vamos, que prestamos muchísima atención.

Lo que nos estábamos perdiendo mientras estábamos ahí perdiendo el tiempo. Como por ejemplo el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) por el que pasamos de camino a Harvard, pero sin pararnos (Alberto: Em ai ti!! Em ai ti!!).


-Ciudad de Cambrige
Siguiente parada, Ciudad de Cambridge, donde está la famosa Universidad de Harvard.
Dimos un paseo por los jardines del campus mientras el/los guías (el chófer que hablaba en inglés y una chica latina que nos iba traduciendo) nos iban explicando un poco la historia del campus y de los famosos que por allí habían pasado y estudiado. Por ejemplo: Matt Daimon, Al Gore, su compañero de habitación Tommy Lee Jones, etc…


-Union Oyster House (1826)
A la hora de la comida nos llevaron al que, según ellos, es el restaurante más antiguo de USA.
Comimos una sopa-bechamel-crema de almejas, segundo a elegir pollo o pescado, y de postre compota de manzana y el café.
La comida muy mejorable la verdad.
En la plaza frente al restaurante, había unas columnas muy altas de cristal. La guía nos contó que fueron creadas en memoria de las víctimas del holocausto nazi. En la foto “pa100117.jpg” y “pa100118” se puede apreciar que el cristal está lleno de pequeñitos cuadros blancos; esos cuadritos son los millones de nombres de las víctimas.


-Lexington – batalla contra los ingleses 1ª parte
Después de comer fuimos a Lexington, donde sucedió la primera parte de la batalla contra los ingleses. (Alberto: no os vamos a echar la misma chapa que aguantamos sobre la historia americana. Para más información, leed los libros o ver su versión en película)


-Concord – batalla contra los ingleses 2ª parte y final
Y seguimos nuestro viaje hacía Concord (de mayor quiero vivir allí).
Allí fue donde tuvo lugar la batalla contra los ingleses, justo en el puente y en la zona donde para nuestra sorpresa nos encontramos con una “feria del condado”, así la llamamos en cuanto la vimos. Allí vendían unas palomitas estilo americano: tamaño XXL y mezcla de dulces y saladas.


-Excusa para volver a Boston
Vuelta a Boston y nos hicieron una ruta con el bus por el centro, y fue ahí donde vimos todo lo que nos habíamos perdido mientras estábamos en la iglesia chusca del principio: lo más bonito de la ciudad de Boston, unas iglesias impresionantes, los rascacielos... Nos dio muchísima rabia y se lo comentamos a Ana en cuanto volvimos al barco.


-Espectáculo
El espectáculo que tocaba esa noche era de danza.
Y la cena fue algo diferente a lo habitual, ya que después del postre, los camareros se pusieron a hacer su show, se montaron una coreografía impresionante, nos lo pasamos genial.

Datos destacables:
-El recorrido de esta excursión, era exactamente el mismo que recorrió un señor en la época de la guerra, desde que divisó a los ingleses en Boston, hasta que llegó a Concord a avisar a los habitantes.
-La foto “pa100103.jpg” fue tomada en el campus de la uni. A lo lejos vimos un grupo de gente arremolinada junto a algo, y al acercarnos vimos de lo que se trataba: un halcón había cazado a una ardilla y daba la impresión de que la estaba exhibiendo al público.
-Si de algo quedé enamorada de nuestro viaje fue de los colores de los árboles. Fuimos justo en la época de la antesala a la caída de las hojas (dos semanas después de nosotros volver llegarían los vientos que las harían caer) y los colores que tenían los árboles eran increíbles: rojos, amarillos, naranjas,… es algo digno de ver. Así que llegó un punto en Lexington que Alberto me llamó la atención diciéndome que dejase de hacerle fotos a los árboles.

-La foto “pa100183.jpg” la hice para enseñaros lo descrito antes de la feria: las pequeñas bolsas de palomitas que se gastan los americanos. Son unas palomitas muy famosas allí, dulces y saladas al mismo tiempo. Los americanos con la comida son así, todo tamaño XXL y mezclas imposibles. Creemos que su pensamiento es: “X es bueno + Y es bueno => XY es bueno”. No tuvimos oportunidad de probarlas, porque era demasiado grande la bolsa y al barco no nos dejaban subir comida (o eso decían).

Descarga las fotos de Boston

Resultado encuesta XIX

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Esta ha sido la última encuesta del blog y nos alegra saber que a más gente le ha marcado la vida. En cuanto al pollo, sus votos se neutralizan, por lo que lo dejamos libre. Puede ser apadrinado o adoptado por quién quiera.

Después de este kit-kat, siguen las entradas de la crónica del viaje.